sábado, 14 de marzo de 2015

Vestir artesano

¡Estimada amiga, ya te tengo preparado un nuevo paseo por el arco iris! Espero que disfrutes tanto con el como disfruto yo con tu compañía.

Hoy vamos a viajar en el tiempo, nada menos que al siglo XVI. Al nacimiento de la tradición artesana en la isla canaria de La Palma, con la llegada de los primeros telares, tejidos, vestidos, y como no, bordados, que tanto te gustaron en la entrada "El Rechi" . A la vez que te muestro la belleza y laboriosidad de nuestros trajes típicos. ¡Estoy segura que te gustarán!



Tras la conquista de la isla a finales del siglo XV, fueron llegando nuevos colonos. En su mayoría castellanos, andaluces, gallegos y portugueses. Y con ellos se trajeron sus costumbres, conocimientos, herramientas, etc. para hacer de la isla su nuevo hogar. Fue entonces que aparecieron los primeros telares y con ellos la elaboración de todo tipo de tejidos tanto para el hogar, como para la vestimenta. De aquí viene el origen de lo que es hoy la ropa típica actual palmera.








Para elaborar la materia prima para la realización de su vestimenta, cultivaron lino, criaron gusanos de seda y utilizaron también la lana de oveja. A partir de ahí, y valiéndose del telar de pino canario, todo lo demás salía de las manos artesanas de las mujeres de aquella época...








Preciosas camisas y faldas interiores de lienzo casero con finos bordados a punto de cruz, justillo de seda labrados (corpiño), elegantes y finos pañuelos...


Se diferencian tres tipos de traje: el de gala, el de faena, y el traje de manto y saya.

 El traje de gala tanto en el hombre como en la mujer era realizado con seda y terciopelo, y se usaba también un pañolón de seda. Todo ello como no, con esmerados bordados.



En el traje exterior de faena se utilizaba la lana. Siendo siempre la falda (o pantalón en caso del hombre) y blusas interiores bellamente bordadas a punto negro de cruz igual que en los demás tipos de traje. Las mujeres siempre llevaban la cabeza cubierta y adornada con un sombrero en todo momento,  siendo en esta ocasión el utilizado de paja y florecillas.



La vestimenta de manto y saya, era utilizado por las mujeres que ocultaban el rostro ("las tapadas"). Es el tipo de vestimenta que menos abunda en el traje típico que ha llegado a nuestros días, aunque aún se hace lo posible por no perderlo en el olvido...


 La ropa típica tanto del hombre como de la mujer son muy laboriosas al estar compuestas por varias prendas y llevar gran cantidad de bordado, de modo que se guarda como un tesoro. Un tesoro que disfrutamos en las romerías y algunas fiestas, y es utilizada por los grupos folclóricos.




No puedo mostrarte fotografías de vestidos originales de entonces que le hayan ganado la batalla al tiempo... pero si de las preciosos trajes que se realizan en nuestros días en recuerdo y homenaje de aquellos.

Para eso, he visitado una exposición, para que puedas ver una muestra. Dicen que una imagen vale más que mil palabras...

También te muestro algunas imágenes de mi vestido, confeccionado por mi madre hace unos cuantos años...Me falta el justillo, que se me ha quedado pequeño. Pero ya estoy manos a la obra para hacerme uno, que en unos meses estaremos en las fiestas lustrales de la isla. ¡Ya te lo enseñaré!



¡Hasta la próxima, amiga!
 Continuará...

4 comentarios:

  1. Hola Alicia.

    Que bueno que las tradiciones no se pierdan. Cuanta dedicación y que bordados tan bonitos tenia la ropa.

    Saludos.

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    1. Sí, la verdad que las tradiciones hay que conservarlas. Es algo muy bonito y tiene mejor calidad que lo hecho a máquina.
      Me alegro que te gusten.
      Un beso!

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  2. No hay nada como los trajes hechos como antes, tenían mucho trabajo, pero merecía la pena.
    Hoy en día ya no se hacen esas reliquias.
    Besos

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    1. Se hacen, pero hay que protegerlas y animar a la gente a que las aprecie y conserve. Cada vez menos personas saben realizarlas y hay menos artesanos.
      besos a ti también!

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